viernes, 4 de septiembre de 2009

Caleta y caletilla


De improviso se suelta una tromba tropical que amenaza con anegar las calles. La señora a mi lado me dice que ya era hora, que ya llevaban casi un mes sin nada de lluvia y el calor estaba insoportable. “La canícula joven, ya se habían muerto varios.” La lluvia comienza a cobrar fuerza y nos orilla a la seguridad de un Oxxo. El limpia-ventanas del crucero se detiene y comienza contar sus monedas.

El compa se acerca al Oxxo con el cambio acumulado en unas dos horas. No ha comido nada desde la mañana. Su camisa está desgarrada de abajo y acusa un enfermo color gris perpetuo. Está descalzo; una mancha negra de mugre le forma un par de botas impermeables. Es delgado, correoso, tiene los ojos negros perdidos y se sonríe para sí mismo. No huele a resistol, pero tal vez si ha inhalado un poco. Se le nota en su errático comportamiento.

Frente a mí está un sujeto delgado con su copete pintado de rubio. A todas luces se ve que es homosexual: pantalón entallado, camisa pegadita que deja asomar unos brazos hinchados por el gimnasio. Come con fruición un paquete de dos Vikingos y Coca-Cola de 600. De inmediato recuerdo el cartel mal puesto en el baño del restaurante a la orilla de la playa: “Primer marcha lésbico gay en Acapulco, registra tu carro alegórico. Emos, darks y punks son bienvenidos”.

Voy a la zona de comida rápida y me preparo un burrito y un jugo de esos falsos, de Jumex. El compa revisa el estante de las papas y busca con ansia algo para meterse a la boca. Dos de las tres chicas que cuidan el Oxxo lo persiguen por los pasillos, dándole unos metros de espacio. Por fin, llega a los hot dogs y toma uno con tocino. “Yo te lo sirvo”, dice una de las chicas evitando que sus dedos sucios toquen las demás salchichas. Pero es demasiado tarde, el compa ya toco varias de las que estaban alrededor. Con gula, se mete la salchicha a la boca y la mastica con fuerza. Luego toma una bolsa grande de chicharrones de cerdo y un refresco de lata.

El gay me ve, yo veo al limpia parabrisas y este a su vez al gay. Afuera sigue lloviendo. Tal vez mañana no me pueda meter a la playa.

No hay comentarios: