lunes, 18 de enero de 2010

Sobre Deformances

El pasado viernes 15 el grupo conocido como exGatos de la Calle (o cuando menos muchos de sus amigos los siguen llamando así), ahora Grupo Cultural Larvados, organizó un evento llamado Deformance. Ellos se han caracterizado por ser un grupo de jóvenes con muchas ganas de trabajar, capacidad organizativa y talento. Hemos podido apreciar piezas suyas en bares y en la calle misma. Por lo que la invitación del cartel se hacía atractiva de muchas maneras.

Como es costumbre en un evento que organizan adolescentes, los asistentes (entre 16 y 22 años principalmente) comenzaron a beber. Algo tan común y normal como un día soleado en la playa. Yo mismo llevaba dos cervezas Noche Buena en la bolsa del saco y me las iba bebiendo a traguitos. Si uno recorre los centros culturales del país es tolerado beber durante diferentes eventos. En el Centro Cultural España, en el Tamayo, en el Museo de la Estampa, en Centro Nacional de las Artes, rodeados de embajadores, se ofrecían tragos.

El caso es que apenas iniciado el acto, uno de los participantes se subió al escenario y a nombre todos los demás del grupo, porque nadie lo contradijo, nos dijo al público que un “idiota” fue encontrado en el baño drogándose y que debido a eso se cancelaba el acto. Antes nos llamó “mierda” que no sabíamos comportarnos en un evento cultural y en pose mesiánica, afirmo que ahora ellos irían a responder ante las autoridades. Las patrullas estaban afuera y tuvimos que salir. Por qué las autoridades culturales no simplemente remitieron al que se estaba drogando y dejaron continuar el acto con normalidad. Porque este deseo de criminalizar los eventos culturales. Les falta sensibilización y educación para el puesto ya que no entienden lo que pasa por sus manos. Piensan que solo es ir a cobrar y salirse. Como si la cultura fuera un grupo de viejitos leyendo poemas muy tranquilos en su mesa. Cuando en ese mismo espacio se hicieron las posadas, todos estaban tomando y muchos salieron bastante borrachos. Ese día nadie llamo a la policía.

De todo este acto, lo que más sacó en claro es que la derecha avanza en nuestro país a pasos agigantados. Porque en sitios tan llenos de tranquilidad y libertades, como lo era Tlaxcala antes de las actuales autoridades estatales y municipales, (No hace falta decir nombres, todo mundo sabe quienes son) ha ido convirtiendo esto sistemáticamente en un páramo de corrupción y mala leche. Despojo de viviendas, una universidad sumisa y corrupta, largos tramos llenos bosques han sido talados para crear en ellos viviendas irregulares o puentes que no justifican su uso. Recuerden la vieja máxima, de “haz obra, que siempre sobra.” Contratos de trabajo que violan todas las leyes laborales y amigos torpes en puestos clave.

Me da mucha tristeza que los jóvenes “artistas” tlaxcaltecas sean tan chabacanos y temerosos que no atinan a levantar la voz. En lugar de este personaje habernos llamado “mierda”, ¿por qué no se unió a los que lo fuimos a aplaudir y nos pidió que no abandonáramos el recinto hasta que la función terminara? Por qué no se envalentonó (como lo hizo ahí) y nos pidió que lo siguiéramos al parque para continuar el evento. No entendía que los que asistimos estábamos de su lado, no contra él.

Jodorowsky, Becket, Ionesco, no le decían al público que eran “mierda” cuando la policía les cerraba sus eventos, ningún artista que lo sea, le dice “mierda”, porque sabe que su público ferviente es el joven, el transgresor, el que está experimentando, el que bebe, el que ama, el que busca entender que le pasa a él y al mundo.

1 comentario:

alelugo dijo...

bueno...en pocas palabras; te decia que estoy de acuerdo contigo, pero esta chingadera me pidio que me registrara y desmadre y medio y ya hasta se me olvido.
Un beso