lunes, 24 de mayo de 2010

Licantropía

Licantropía
Edición de Jorge Fondebrider
Adriana Hidalgo Editora

El licántropo, el hombre animal, es una idea que ha permeado en todas las culturas. Es la manifestación de lo salvaje en el hombre civilizado, es el mito en donde más se palpa que seguimos siendo animales a pesar de tantos años de raciocinio. Cuando menos eso se desprende de la recopilación histórica que realiza el argentino Jorge Fondebrider, con respecto a los leyendas donde el hombre se convierte en lobo.

Imbuido por las imágenes de la clásica película The Werewolf producida por Universal, con Lon Chaney jr. en el papel del maldecido, nos cuenta el autor que fue creciendo en él una obsesión por este monstruo. Con este deseo culterano de poder satisfacer un sueño infantil, Fondebrider hace un recorrido hemerográfico, libresco e imaginativo por distintas fuentes escritas y cinematográficas, para poder entender como la licantropía ha tenido un desarrollo importante en el mundo occidental. Así, comenzamos en la Grecia antigua con la historia del mal logrado rey Licaón; que ya conjunta en sí misma muchos de los rasgos acerca de los hombres lobo. El licántropo, desde este inicio es un ser sanguinario, ahijado de la noche, pero también es una bestia dolosa, triste, que sufre la pesada laja de una maldición.

Como se explica en el texto, un hombre lobo puede ser un brujo poderoso o el hijo séptimo de una familia. Puede ser un guerrero valiente y defensor de su pueblo, o simplemente un desafortunado personaje que fue mordido por la bestia. Esta recopilación histórica nos va mostrando de manera cronológica como el mito del hombre lobo fue tomando cada vez más fuerza en el mundo judeo-cristiano.

Es curioso atestiguar que antes de la llegada de la religión católica los hombres tomaban como “normal” o “cotidiano”, sin ningún tipo de rasgo maniqueo la transformación del hombre en animal. Es hasta la llegada de San Agustín que se le da un cuerpo ideológico a los mitos que ya circulaban por el mundo conocido. San Agustín declara que solo Dios puede crear, así que las diferentes tradiciones orales de gran parte de Europa del Este son solo representaciones del diablo. Estratagemas para mal lograr la creación divina. Razón por la cual los hombres se dedican a la persecución de y asesinato indiscriminado no solo de lobos, sino de cuervos, gatos y demás animales que aparecieran el Malerum maleficare y libros afines.

A partir de ahí el licántropo carga sobre sí la maldad del mundo. Asesinos seriales, niños salvajes, vecinos envidiosos, mujeres lujuriosas, todos son transformados durante algún viernes o con el influjo de la luna llena en lobos.

Es interesante constatar como es hasta la llegada The Werewolf, la mencionada película de la productora Universal, que se les da coherencia en uno solo mito a todas las tradiciones orales anteriores. Así, queda establecido merced al guionista Curt Siodmack, que la licantropía es una maldición, que se contagia de manera viral, principalmente por el ataque de uno de los seres malditos, que son invulnerables a todo, menos a la plata y que no hay manera de retirar la maldición.

Fondebrider nos ofrece un capítulo breve dedicado al cine y otro más donde habla de estos seres en su paso por Latinoamérica, deteniéndose claro está en los nahuales.

Interesante y muy buen documentado libro, que nos da a entender como la historia de la maldad puede trazarse en clave de licántropo.

Iván Farías, Apetatitlán, Tlaxcala. Mayo 2010

No hay comentarios: